La tierra nuevamente nos dio la respuesta a una de las enfermedades de daño cognitivo más comunes entre los ancianos.

El paraíso polinésico no son solo esos sexys cuerpos pintados, sus exóticos bailes, sus imponentes, místicos y misteriosos Moai, su costa con pececillos de colores...uff, tantas maravillas tiene la Isla de Pascua que es difícil comenzar a enumerarlas  haciendo justicia a cada una de ellas. Ahora, sumada a toda su riqueza arqueológica, cultural y ecológica está un descubrimiento que podría sanar la enfermedad de degeneración cognitiva, Alzheimer, propia de la vejez.
La rapamicina es un compuesto encontrado en la tierra de Rapa Nui con propiedades antibióticas y antifungales, que según los científicos estimula otras moléculas que mantienen y reciclan las proteínas para que continúen jóvenes y funcionales en las células del cerebro. Esto es crucial para que se pueda continuar aprendiendo y pensando.
El doctor Steven Austad, profesor y director interino del Instituto Barshop de Estudios sobre Longevidad y Vejez en la Universidad de Texas sostiene que si actúa tan eficientemente en los humanos como en los ratoncitos que han servido para demostrar sus principios activos, éste sería un verdadero remedio milagroso ya que además de prevenir y revertir la demencia senil, ha sido efectivo en el tratamiento de cáncer y enfermedad cardiovascular.
Verónica Galván, doctora en neurociencia de la Universidad de Texas que investiga los mecanismos moleculares que producen Alzheimer, es la que ha llevado a cabo la experimentación desde hace tres años suministrando rapamicina a ratones que tenían el equivalente humano de 60 años. Los animales vivieron 30% más que los que no recibieron el medicamento y lo hicieron con sus facultades cognitivas sin deterioro. Esto ocurrió en tres laboratorios distintos.
Esto viene a ser un descubrimiento trascendental para la raza humana si consideramos que estamos ad portas de contar con sociedades envejecidas sin recambio generacional, por lo que se evitaría un colapso senil :P Para ponerlo en el mercado farmacéutico se deberá esperar la experimentación con primates, quienes al igual que los ratones deben sacrificar su vida por el bienestar humano.